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Patrimonio Mundial

La Serra de Tramuntana fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural el 29 de junio de 2011. Es el reconocimiento de la comunidad internacional a la simbiosis casi perfecta entre la acción del ser humano y la naturaleza, realizada durante siglos, de la que ha resultado una monumental obra humana en la cual se mezclan cultura, tradiciones, estética, espiritualidad e identidad.

El paisaje cultural de la Serra es fruto del intercambio de conocimientos entre culturas, con pequeñas obras hechas colectivamente con finalidad productiva, condicionadas por las limitaciones impuestas por el medio físico. Limitaciones superadas con sabiduría y el uso inteligente de los recursos, sin destruir la naturaleza. También es la recreación de un territorio a través del imaginario colectivo y de las obras de artistas que han encontrado inspiración.

Según el Convenio Europeo del Paisaje, se entenderá como Paisaje Cultural cualquier parte del territorio tal como lo percibe la población, y su carácter es resultado de la acción y la interacción de factores naturales y humanos. Esto sugiere que no se trata solo de mantener el territorio de la Serra tal como se encuentra en la actualidad. Se trata también de mejorar la intervención humana y promoverla con actividades sostenibles de acuerdo con unos objetivos.

Para poder acreditar el valor universal excepcional de un candidato a patrimonio mundial, hay que justificar al menos 1 de los 10 criterios establecidos por la Unesco. La declaración de la Serra de Tramuntana está regida por 3 de estos criterios:

  • CRITERIO II – El intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo.
    El paisaje de la Serra de Tramuntana es un ejemplo del intercambio entre la cultura musulmana y cristiana visible en la combinación de la gestión árabe del agua y el control territorial introducido por los conquistadores cristianos a partir del s.XIII d.C
    Mediante esta interacción cultural se creó un paisaje agrícola en bancales, caracterizado por una red articulada de abastecimiento de agua, árboles frutales, huertos y olivares, organizados inicialmente en pequeñas explotaciones agrícolas y posteriormente en grandes propiedades, conocidas como possessions.
     
  • CRITERIO IV – Paisaje que ilustre una etapa significativa de la historia humana.
    El paisaje de la Serra de Tramuntana es un ejemplo de paisaje agrario de terrazas soportadas por muros de piedra seca que permiten el cultivo en bancales, combinadas con un sistema interconexionado y altamente especializado de obras hidráulicas para la recogida y el almacenamiento de agua mediante canales, zanjas y depósitos.
     
  • CRITERIO V – Utilización del mar o de la tierra, representativa de una cultura o de la interacción humana con el medio ambiente. 
    El paisaje de la Serra de Tramuntana es un ejemplo de asentamiento que atestigua la adaptación humana a unas condiciones ambientales difíciles, y que con ingenio consigue convertir una región escasa en recursos en una zona adecuada para la agricultura y la vida. El sistema feudal de subdivisión de la tierra, aplicado a las condiciones orográficas extremas, y combinado con la sofisticada tecnología de abastecimiento de agua, se ha traducido en unidades de cultivo complejas pero que aseguran la plena explotación de los recursos con el paso del tiempo.

La Unesco elabora la lista de Patrimonio Mundial con el objetivo de asegurar la identificación y preservación de elementos culturales de todo el mundo que merecen, por su valor universal y excepcional, estar protegidos de la degradación o desaparición parcial o total.

La inclusión en esta lista implica su catalogación, así como el compromiso en su conservación y difusión, puesto que se considera que la pérdida de este patrimonio constituiría un empobrecimiento de la herencia de toda la humanidad.

Para poder cumplir con este objetivo, el Consell de Mallorca, desarrolla un plan de gestión en el cual se integran todas las acciones que tienen incidencia sobre la Serra de Tramuntana, con el fin de adaptarlas y  coordinarlas para permitir la conservación y la protección del Patrimonio Mundial. 

Los 3 ejes transversales del plan de gestión son: la sostenibilidad, el respecto a la identidad local y a la diversidad cultural y el desarrollo de la economía local. Las acciones desarrolladas en este plan se estructuran en 5 programas:

  • Comunicación y participación, para implicar toda la sociedad en la toma de decisiones y en la protección y conservación de la Serra.
  • Desarrollo económico, para impulsar cambios y mejoras en los sistemas de cultivo y apoyar actividades alternativas que aporten recursos en la zona.
  • Divulgación, a través de acciones educativas, formativas y de investigación para difundir los valores de la Serra.
  • Patrimonio, con acciones directas de rehabilitación y conservación o con acciones complementarias como son los inventarios y la cartografía para mejorar el conocimiento de los elementos patrimoniales.
  • Gestión de visitantes, con el fin de organizar, regular y contener el impacto de los visitantes.

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UNESCO

La declaración de la Serra

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serradetramuntana@conselldemallorca.net

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