Flora
El aislamiento está asociado a la aparición de formas de vida únicas en el mundo, por lo cual la Serra de Tramuntana —isla dentro de una isla— destaca por una importante flora endémica y plantas singulares, esenciales en la configuración de varias comunidades vegetales. De hecho, la Serra conserva 65 de los 97 endemismos descritos en el archipiélago balear, y 65 de las 68 plantas endémicas de Mallorca. Para poner un ejemplo, solo viven a la Serra —y en ninguna otra parte del mundo— nueve especies de orquídeas y más de una decena de especies de helechos. El encinar, antiguo bosque autóctono, tiene en esta zona sus principales reductos, y es el único refugio de árboles propios de climas fríos, como por ejemplo el tejo.
A grandes rasgos, la vegetación de la Serra de Tramuntana se organiza en cuatro comunidades vegetales:
- Encinar baleárico. La comunidad climática boscosa que ocuparía la mayor parte del territorio en condiciones de no intervención humana. A la Sierra, la ubicación de este bosque se encuentra reducida y presenta dos *subassociacions: el encinar de montaña y el de las zonas bajas y litoral.
- Garriga de acebuche. Formación vegetal propia de zonas cálidas que predomina a las cotas bajas. Aparece como consecuencia de las condiciones de máxima sequía que no permiten el desarrollo del encinar. Este chaparral permitió la expansión del olivo, variedad agrícola.
- Matorral calcícola. Sus arbustos representativos son el romero y el brezo. Se localiza tanto en ámbitos costeros como de montaña. Se constata la presencia de una cobertura de pino carrasco. En Baleares, el pinar tiene entidad propia, y es la formación arbórea más extensa, gracias a su rápido crecimiento y oportunismo.
- Vegetación culminal baleárica. Se desarrollan especialmente en terrenos donde la fuerza del viento o la ausencia de suelo impiden el desarrollo otras comunidades. Su presencia se concentra sobre todo en la zona culminar de las montañas. Se caracteriza para ser una formación muy baja, con plantas espinosas de formas redondeadas (almohadillas), con poblamiento discontinuo y cobertura baja.
Entre los árboles de la Serra perviven ejemplares extraordinarios por su talla o edad, o por su valor cultural, y por eso están protegidos y forman parte del Catálogo de Árboles Singulares de las Islas Baleares. Algunos son varios golpes centenarios, situados en enclaves de enorme belleza, como el Pi de sa Pedrissa o el Cedro de Massanella.
El Jardín Botánico de Sóller reproduce, entre otros, la flora típica de las zonas montañosas, por lo cual constituye una visita excelente para conocer las peculiaridades, características y endemismos.
Consorcio Serra de Tamuntana
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