El club de los poetas. Hotel Formentor
"Yo soy un simple apasionado del paisaje. En una de mis peregrinaciones por el Mediterráneo descubrí este rincón admirable y ya no quise recorrer más mundo." Esta cita es de Adan Diehl, un millonario de origen argentino, y el rincón es Formentor, la península situada en el extremo más septentrional de la Serra de Tramuntana. Allí inauguró Diehl el Hotel Formentor, en el año 1929, un establecimiento que aún hoy en día se dibuja como un punto blanco en medio del paisaje. Lo que pretendía que ser una casa en la que albergar a sus numerosos amigos, artistas y poetas, se convirtió en un hotel milagrosamente dotado de luz eléctrica, teléfono y agua corriente caliente en todas sus habitaciones para sus ochenta exclusivos clientes.
Un hotel que ha recibido y recibe huéspedes conocidos de todo el mundo. Magnates, políticos, empresarios, artistas, escritores, actores, científicos, toreros, princesas... Las personalidades más relevantes del momento pasan por el Hotel Formentor. Con la lista de algunos de sus visitantes podemos testimoniar su hospitalidad: Churchill, el Dalai Lama, Grace Kelly, Vicente Alexaindre, Octavio Paz, Charlie Chaplin, Audrey Hepburn, Severo Ochoa, Laurence Olivier, Gary Cooper, Peter Ustinov, Fernando Rey, Julio Iglesias, Berlanga, Plácido Domingo, Concha Velasco, Carlos Fuentes...
¡Ojalá pudiéramos ver el libro de firmas del Hotel Formentor! En una página en blanco, la mano del Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias dejó escrito en él: "Sésamo que me traslada a mi lago de Atilán en Guatemala sin moverme de la ventana de mi cuarto. Gracias por tanta gracia. Soñar con los ojos abiertos ¡oh maravilla!".
Adan Diehl, el millonario argentino, compró el predio de Formentor a la familia del alabado poeta Miquel Costa i Llobera
Treinta años después de su inauguración, en el año 1959, Bartomeu Buadas, heredero del espíritu emprendedor y cosmopolita de Diehl y, por aquel entonces, director del Hotel Formentor, era amigo de Camilo José Cela. Cuando se enteró de que el futuro Nobel tenía la intención de organizar unas conversaciones poéticas entre poetas de distintas lenguas, ofreció las instalaciones del hotel y preparó, además, el Club de los Poetas, que el editor y escritor Carlos Barral describió de este modo: "Un imposible club náutico edificado en una rinconada rocosa, enfrente de un islote con cabras salvajes que Camilo había bautizado así para la ocasión y donde había instalado cerca grandes jaulas para papagayos".
El año siguiente, y en el marco de los Coloquios Internacionales de Novela, se crearon los premios Formentor y el Prix International des Éditeurs, ambos dotados con 10.000 dólares. La cifra más alta jamás vista de un premio literario. Se reunían en el hotel las editoriales más importantes del mundo: Gallimard (París), Einaudi (Turín), Weidenfeld & Nicholson (Londres), Rowolhlt Verlag (Hamburgo), Grove Press (Nueva York) y Seix Barral (Barcelona). En la primera convocatoria, el galardonado con el Premio Formentor fue Juan Garcia Hortelano por Tormenta de verano, publicada simultáneamente en doce lenguas, mientras que el premio internacional se concedió ex aequo a Samuel Beckett y a Jorge Luis Borges. El nombre de Formentor se paseaba así por todo el mundo ligado a la literatura. Pero aquel estallido de pensamiento y libertad no podía durar mucho, la dictadura franquista prohibió el evento y se mantuvo algunos años el nombre, pero no el encuentro, que se trasladó a Corfú.
¿Por qué se habla en este artículo de letras y literatos y no se citan las juergas y las noches de verano de la prensa del corazón? La razón no es casual y tiene la respuesta en el origen del hotel.
Adan Diehl, el millonario argentino (1889-1953), compró el predio de Formentor a la familia del alabado poeta Miquel Costa i Llobera (1854-1922), que era su propietario desde el tiempo de Maricastaña. El autor del celebrado poema "El pi de Formentor", nacido en Pollença en el seno de una familia rica, había estudiado leyes y había viajado a París para conocer mundo. Adam Diehl también. Pero mientras que Costa i Llobera escuchó la voz de Dios y se hizo cura, Diehl se aferró a la rueda del diablo. En París, el argentino, que también era poeta, fue rodando por los círculos artísticos y se hizo amigo del pintor Anglada-Camarasa, que le habló de un lugar y unas montañas que se paran en el mar y donde todos los días, cuando se pone el sol, los pintores dejan el pincel para aplaudir. Así empezó la historia de amor entre un poeta y Formentor.
Texto de Cesc Mulet
Traducido por Maria Gené Gil
Sabías que...
Durante la Guerra Civil española (1936-1939) y la posguerra se practicó en toda España el estraperlo, que no era otra cosa que el mercado negro, el comercio ilegal basado en el intercambio de víveres por otras materias de primera necesidad. Esta palabra proviene de dos holandeses, Strauus y Perl, que instalaron, primero en el Casino de San Sebastián y después en el Hotel Formentor, una ruleta que resultó ser una auténtica estafa. El escándalo fue tan grande que provocó la caída del Partido Radical de Alejandro Lerroux durante la segunda República.
Bibliografía
Formentor: la utopía posible
Este libro, editado para conmemorar el octogésimo aniversario del Hotel Formentor, recuerda el origen del establecimiento y su desarrollo posterior por parte de la familia Buadas y el grupo Barceló.
Un valioso documento escrito por Carme Riera que recoge un extenso archivo fotográfico. Un libro que defiende el concepto de formentorización en detrimento del de balearización y que enaltece un modelo de hotel que ha significado la protección territorial del norte de la Serra de Tramuntana.
Autora: Carme Riera
Edición: Palma de Mallorca, Grupo Barceló, 2009
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